“dad un arte nuevo –
un arte
que saque a la república del fango”.
Vladimir Mayakovski
Mauro nos hablaba de Nietzche y de Marx.
Nosotros llegábamos a la editorial adivinando algo
y éramos tontos.
Él era entonces un poeta.
Cuando lo vi me sorprendí como un niño se sorprende
con la risa de un viejo.
Por eso reía de nosotros.
Fallecen los poetas, dijo, viendo angustiado hacia la calle.
El sol quemaba el asfalto.
Entonces, del librero, tomó un libro:
Poemas de la zona reina de Mario Payeras un gran poeta,
dijo
bajando la mirada
como un hijo frente a su padre o
como un sacerdote pedófilo ante la furia de dios.
Ese día escuché el sonido de la vida cuando cae de un sitio alto
y se quiebra.
El volcán furioso hecho con los días inútiles de mi juventud.
Y un sol nuevo bañaba nuestras frentes pobres.
Si hubiéramos sido otros, hubiéramos llorado toda esa tarde
en algún bar. Lloramos en nuestras casas
con nuestras madres. Y el Sol caía como un ángel estéril
sobre la ciudad triste.
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