sábado, 6 de marzo de 2010

Escrito leyendo La Náusea

Quisiera tener algún motivo para estar cansado, pero ahora no sé por qué mis ojos se agotan frente al monitor y existe en el aire una predisposición siniestra hacia la calma. Hacia eso que pasa en la retina y no deja nada. Eso es: nada. Ningún libro me atrae hoy. Ni siquiera tengo un buen recuerdo del que pueda reírme y antes de sentarme a escribir este papel, sólo veía por la ventana que el mundo envejecía y me daba cuenta de esto que es lo único que lo habita.

Tarde o temprano, las personas se arrepienten de algo. Yo no lo he hecho. Sería una buena señal. Pensaría que esto vale lo suficiente como para arrepentirse de algo. Al ver hacia atrás, sólo veo a toda la gente que ha preferido cualquier otra cosa con tal de vivir. Y me ha dejado solo. Tal vez, en el fondo, lo agradezca; pero hoy pienso, siento eso. Y no termino de acostumbrarme a mis paredes.

Internet ofrece una forma distinta de aislamiento. A lo largo es lo mismo. Nada.

Es necesario escribir.

2 comentarios:

Unknown dijo...

El internet es un reflejo más deprimente de lo que la vida en serio es

Carlos Gerardo dijo...

Gracias por la visita. Saludos.