viernes, 20 de junio de 2008

La gruta


<¿Cuánto tiempo nos queda?> Preguntó mientras yo descubría que el agua sobrepasaba su pecho. Respondí. El agua seguía cayendo desde la parte superior de la gruta, en medio de su cuerpo y del mío. Su caudal abría una brecha transparente y enorme. Límpida. Tal vez bella. El agua era el arma hermosísima que nos condenaba. Todo tema de conversación era ridículo ante la muerte cercana que hacía sonar su cuerno, en forma de un caudal pasivo que caía sobre nosotros. La oscuridad daba un brillo misterioso a sus ojos.

Dentro de mí, sabía que su rostro en realidad no existía. A lo lejos se escuchaba un fondo musical tenue. El agua seguía cayendo. Ahora sobre su cabeza pues había adelantado su rostro de forma furtiva. Su rostro. Ahora yo también sentía hambre y ella gritaba desolada, desde la garganta de aquella oscuridad inmune. El ruido era ensordecedor. Daba completa fe de la más desgraciada desolación. A penas y se lograba escuchar el piano. ¿Piano? Sí, sonaba un piano que tocaba solo a pesar de que la gruta estaba inmensa en el más desierto rincón de un lugar siniestro. O fuera de él. El piano tocaba solo entre la oscuridad y el agua. Ya había dejado de tener miedo y sentí sus labios húmedos tocar los míos. Ella no existía. No existe.

El caudal se hizo más fuerte. Sentí hambre, recuerdo el hambre y el frío. Es el recuerdo más vivo de aquella gruta insomne. El agua le llegaba hasta el cuello y se volvió a escuchar el sonido del piano que toca en medio de la nada. Reconocí: Schumann. Ahora el agua era roja y subía sobre su mentón con rapidez. Nada se lograba ver en aquel infierno pequeño pintado del color de su sangre. Tenía que ser Schumann.

miércoles, 11 de junio de 2008

Certamen literario

Nunca he sido bueno para publicitar algo. El Jícaro, mi pueblo natal, (nostalgia) está cumpliendo cien años y dentro de las actividades conmemorativas se está realizando un certamen literario. Para los interesados, el link es:

http://www.certamenliterarioeljicaro.blogspot.com/

Habrá tres premios en cada rama: verso y narrativa breve.

lunes, 9 de junio de 2008

Sobre Cuerno en Panza

Tarde para escribir un comentario, pero aún vale. El domingo 1 de junio fue la primera función de una nueva compañía de teatro. Hablamos ni más ni menos que de la compañía de teatro de la facultad de Humanidades de la USAC.

Es de celebrar esta actividad en un lugar en el que la actividad teatral se limita a esporádicas funciones ajenas a la farsa. Además, es de celebrar el surgimiento de una compañía de teatro formal y responsable con el espectáculo. De las que tienen jornadas enteras dedicadas al ensayo y perfeccionamiento de detalles de movimiento, gestos, entonación.

La obra representada fue "Cuatro corazones con freno y marcha atrás" de Jardiel Poncela. La pieza teatral es cómica. Un humor cargado de ironía y sutileza que, con ayuda de algunas adaptaciones a nuestro contexto, logra crear una risa que a es a la vez duda para el espectador.

El escenario era pequeño, se trataba del pequeño teatro del Museo del Ferrocarril. (El Teatren) Por lo que se impidió el desarrollo completo de algunos personajes cuya voz y entonación estaba ensayada para escenarios mucho mayores. Sin embargo, se notó bien el resultado de todos los meses previos a la representación.

Saludo a mis amgios: Fernando, Marcela y Alberto, que forman parte de la neófita compañía. Espero que la afluencia de personas al evento se incremente con el tiempo. (Se están presentando los domingos a las tres en en lugar antes descrito) Y espero que la representación de Poncela sea un buen comienzo para continuar fortaleciendo el fantasma teatral que se niega a desaparecer en nuestro país.

domingo, 8 de junio de 2008

"¡Qué tiempos éstos en que
hablar sobre árboles es casi un crimen (...)"

Bertolt Brecht

la tierra sobre ti

se dice que los ojos no deberían abrirse jamás
mientras las flores brillan
y la hierba crece
afuera que es donde llueve
todas las cosas son felices

las manos en el aire
evocan pájaros sin tiempo
que enferman
y vuelan mientras las espinas crecen en los dedos
¿a donde ir si la patria se quedó con la última tristeza
y la tristeza ya no existe?
¿dónde llorar si los únicos brazos que nos quedan
hablan de sangre y de renuncia?

en cambio la voz se acaba
como agua que fluye de un río inexistente
y ya no se tiene voz para hablar de árboles que existen

miércoles, 4 de junio de 2008

oficios

Nunca se lee todo lo que se quiere leer: pereza, (importantísima) estudio, compromisos en los que se decide dar una imagen de persona responsable, billar, cinética de reacciones enzimáticas, amigos, tragos, vida. (Esto lo digo yo que no tengo todavía todas las responsabilidades que tienen los jefes de familia, las madres, los que pagan impuestos, etc.)

Nunca se vive todo lo que se quiere vivir: pereza, (de nuevo) estudio, literatura, compromisos descritos con anterioridad.

Nunca se escribe como se quiere escribir. Sin embargo, uno nunca piensa dedicarse a otra cosa. (No sé donde he escuchado esto antes) Es algo que ni siquiera pasa por la cabeza. En muchas ocasiones es necesario buscar vida dentro de ocupaciones diversas: corrección de estilo, venta de libros de inglés, venta de comida a domicilio, enderezado y pintura, ingeniería. A pesar de ello nunca uno puede dejar la literatura luego de haberse acercado a ella. (Rimbaud reclama, pero en el fondo un demonio minúsculo le atolondra la conciencia)

Vivimos haciéndola de Sísifo por una cantidad de años considerable. Atados a un verdugo atractivo y placentero que ha adquirido con soberanía el título de propietario del resto de la vida. De lo que solía ser nuestra vida.

fuga número uno

me convierto en mi propia pluma me dibujo sentado al borde de un abismo exquisito hincado implorando silencio responden gotas tristes de un quebranto entre lo amarillo de una tarde cualquiera las formas breves del aire se dibujan confusas en mi rostro los contornos se aprecian borrosos tal vez una luz difusa exista para los incautos de este pueblo de caídos y el calor y el miedo fluyen por las paredes invento palabras sin mácula que no suenan a nada que no alcanzo me rasgo me mutilo hace falta trabajo y palabras y el abismo nos llama y nos aleja como el ladrido de un sexo en una noche oportuna soy engendro monstruo capital que gime melancólico ante lágrimas que no logran nacer algo se desangra salen huesos tumores la memoria colapsa se olvidan los nombres de las enzimas y de las figuras retóricas y el cerebro de un niño idea perfecta de un universo nuevo se despierta se saca la cabeza de las almohadas al mundo

el abismo sigue allí

dócil


espera